¿Qué es Salud Reproductiva?
Por Juan Claudio Sanahuja
El término salud reproductiva se divulga
masivamente a raiz de los documentos preparatorios para las llamadas "grandes
Conferencias de los 90", organizadas por la ONU: Río de Janeiro, sobre medio
ambiente, en 1992; Viena, sobre Derechos Humanos, en 1993; El Cairo, sobre
Población y Desarrollo en 1994; Copenhague, sobre Desarrollo Social y Beijing
sobre la Mujer, en 1995; Estambul sobre habitat humano, y Roma sobre seguridad
alimentaria mundial, en 1996.
Como consecuencia de esto el término salud
reproductiva se ha ideologizado. Es más, el hecho de separarlo del derecho a la
salud en general y poner el acento especialmente en el derecho a la salud en sus
aspectos reproductivos, ya es una toma de postura ideológica.
A pesar de las reiteradas declaraciones sobre que,
entre otras cosas, se procura un mejoramiento de la salud reproductiva para
evitar los abortos, esto no deja de ser, al menos, una ingenuidad.
Ante el empantanamiento de las deliberaciones en
el transcurso de las reuniones preparatorias para la Conferencia de El Cairo
(1994), el representante de la OMS en la sede de las Naciones Unidas en New
York, Andrew J. Joseph, pidió una serie de aclaraciones al entonces Director de
la División Salud Familiar de la OMS, Tormie Turmen. Las consultas eran sobre
qué contenidos exactamente se incluían en el término regulación de la
fertilidad, como parte de la salud reproductiva. La respuesta fue que regulación
de la fertilidad, como parte de salud reproductiva, incluye: la planificación
familiar, el aborto, el amamantamiento materno y el retraso en la edad de las
nupcias.
Incluir la llamada salud reproductiva entre los
derechos humanos es parte de la "reintrepretación" de los derechos humanos para
ponerlos al servicio de un proyecto de poder global de los países centrales.
Sólo así se explican:
-la esterilizaciones forzosas (p. ejemplo en Perú,
entre las refugiadas de Kosovo, etc.);
-la negativa a dar información a las mujeres sobre
los efectos abortivos de algunos anticonceptivos o los efectos secundarios
negativos para la salud en general de esos u otros anticonceptivos;
-la insistencia puramente ideológica, como en el
caso de México, de cambiar los textos de los códigos médicos, diciendo que el
embarazo comienza en la implantación y no en la concepción;
-la negación del derecho a la objeción de
conciencia a los médicos que no quieran prescribir determinados métodos
anticonceptivos;
-el empecinamieto en incluir la salud reproductiva
como paso necesario para el acceso al crédito de instituciones como por ejemplo
el Banco Mundial;
Esto explica, en parte, la oposición de las tres
grandes religiones monoteístas (católica, islámica y grandes sectores del
judaísmo) a aceptar plenamente y sin reservas todo lo referente a la salud
reproductiva. De hecho, la representante de Filipinas en una reunión de la ONU
celebrada en Canadá en 1999, declaró, "salud reproductiva es un término que
usamos para engañar a los católicos y, así, poder trabajar en aborto"
No se trata de ignorar las consecuencias negativas
para las personas y la sociedad del embarazo adolescente, sino de observar que
en ningún país (por jemplo, USA, Francia, España) ha disminuido la cantidad de
embarazos de adolescentes aplicando planes de salud reproductiva. Y el número de
abortos quirúrgicos ha seguido aumentando, de modo que ya no basta para
evitarlos proveer solamente la llamada "píldora del día después" (levonorgestrel
y etilestradiol), que es abortiva, sino que hay propuestas para proveer también
productos en base a mifepristona y misoprostol, que tienen un efecto abortivo
más intenso y extenso en el tiempo.
Tampoco se pueden ignorar las muertes por aborto,
en el caso que esté penado por la ley. Pero, en primer lugar, sólo se insiste en
éstas y no se compara con cifras de muertes por aborto en dónde está autorizado
por la ley (por ejemplo USA, Alemania). En segundo lugar, no se habla sobre que
el reparto indiscriminado de medios mecánicos o químicos que impiden la
concepción, provoca el aumento de otras patologías, que pueden llegar a ser
mortales. En tercer lugar, no se informa sobre que a pesar del reparto de
anticonceptivos y la saturación de información sobre temas reproductivos, el
número de abortos legalizados aumenta (por ejemplo, España, USA). Y en cuarto
lugar, no se tiene en cuenta que cada aborto seguido o no de la muerte de la
madre, implica siempre una muerte: la del niño.
Tal y como está planteado en la sociedad actual lo
que realmente viola los derechos humanos es el término salud reproductiva y lo
que él lleva consigo. Para buscar soluciones reales a los problemas del aspecto
reproductivo de la salud humana el camino debe ser otro: la educación en general
y en particular, en el valor de la propia persona y "del otro"; el
fortalecimiento de la familia; la mejora en las condiciones de trabajo, en
especial, de la mujer; la valoración y el reconocimiento social de la matenidad.